Por Martha Ríos, periodista y locutora de Radio Habana Cuba
La vida de los pueblos está hecha de esos hombres a quienes la única riqueza
que los cubre es la sencillez. Son sus hazañas cotidianas en el surco, el
taller, frente al fogón, la cartilla, el pincel o en una sala de hospital,
donde se fragua el temple que los hace trascender.
Encontrar esas historias no es difícil entre cubanos, artífices de una patria
que desde siglos se ganó el respeto de poderosos, inclusive.
Contarlas es otra cosa. Un puñado de anécdotas y testimonios, acopiados en el
ejercicio de su profesión, motivó a la periodista Nuria Barbosa León (La Habana
1966) a labrar, cual orfebre, sus primeras crónicas enriquecidas con las
técnicas de composición aprendidas años ha, en talleres literarios.
Dividiendo o multiplicando las horas que dedicaba a su familia, los vestales
oficios, la edición de la Página Web de Radio Habana Cuba y como redactora en
el periódico Granma Internacional, escribió durante una década, medio centenar
de relatos que reflejan el palpitar de su país, antes y después del triunfo de
la Revolución (1º de enero de 1959).
De esta manera, y sin percatarse, esa laboriosidad ilimitada la convirtió en el
personaje anónimo de las historias que recreaba, envueltas en un
particularísimo sello, único boleto para transitar por la autopista de la
información, colgadas en su modesto blog.
A LA LUZ DE LAS MIRADAS
Revisar diariamente el correo electrónico se convirtió en una de las mayores
satisfacciones de Nuria. Recogía opiniones y sugerencias de sus ávidos
lectores, de lugares insospechados, que la animaban a continuar sus cortas
crónicas mediante las cuales descubrían a Cuba y su gente.
Así, Mirelva, Julio Ríos, Guillermo, y otros más, salieron del entorno al que
siempre pertenecieron: lomas, caseríos y ciudades de la mayor isla de Las
Antillas, y se hicieron populares en otras latitudes.
Desde Argentina, el 1º de octubre de 2012 recibió el mejor regalo de
cumpleaños. Jaime Rodríguez, un comunista sobreviviente de la dictadura
militar, deseoso de ver una revolución triunfante en su país, y admirador del
proceso social cubano, le proponía a la novel escritora llevar a imprenta una
buena parte de aquellos materiales.
Dicho y hecho. Por ese motivo, relatos desde Cuba, título del volumen de 80
páginas, tomó forma en la editorial OsAma, con prólogo del ensayista y poeta
cubano, Víctor Andrés Gómez Rodríguez, el profesor del taller literario que en
la década de los 80 condujo a la entonces estudiante de pre-universitario, a
bordar con letras su sensibilidad humana.
Meses después, Nuria Barbosa viajó a la argentada tierra, invitada por el
veterano luchador, editor del libro, para presentar su primer tesoro de papel.
Escuelas, sedes sindicales, comunidades, centros laborales y bachilleratos
populares de Buenos Aires, Mar del Plata, La Plata y Bahía Blanca, conocieron a
la cronista que prefirió el encuentro en los días del aniversario 60 del asalto
a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en el oriente de Cuba, (26
de julio de 1953), liderado por el joven abogado Fidel Castro, momento de
viraje histórico en América Latina.
De Argentina volvió cargada de anécdotas que ya transitan, con su impronta, por
la misma vía de las primeras creaciones que la sacaron a la luz. Por ese
motivo, relatos desde Cuba, fue catalogado recientemente de interés municipal y
legislativo por la alcaldía del Consejo Deliverante de Morón, en el país
austral. Próximamente se hará una presentación en Colombia, y México también
desea acogerlo.
Del libro se ha hablado en varias bibliotecas públicas cubanas y en escenarios
donde transcurrieron muchos hechos narrados en él, pero aún no se ha publicado
por las carencias materiales que sufre la nación, consecuencia del bloqueo que
durante más de 50 años le impone el gobierno de EE.UU.
Mas, los personajes de esos relatos siguen aquí, aunque algunos estén en otra
dimensión, porque la sencillez con que vivieron los inmortalizó, y son el
orgullo de este pueblo que tiene en su patrimonio inmaterial la verdadera
riqueza.
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